Mi Primer Error Como Mamá Primeriza

Ahora que soy Mamá

Aún recuerdo los primeros meses de ser mamá a la perfección, esa sensación de cansancio continuo, esas noches largas sin dormir, esa necesidad de estar con mi hijo Xavi las 24 horas del día…..

Si eres como yo, durante el embarazo pasarías el tiempo pensando en cómo sería su carita, que pasaría en el parto, decorando su habitación, aprendiendo juegos y canciones de cuna y mil y una cosa más de ese estilo.
Y entre toda esta lista de cosas que empiezas a pensar cuando ya ha nacido, se te olvida añadir posiblemente la más importante de todas, ¿Cómo y cuándo cuidaré de mis necesidades? Exacto, en esa lista interminable de cosas que aprender no has incluido algo que o bien no te acordabas o creías que iba a venir de manera natural… 

Aún recuerdo los primeros meses, y fíjate que estoy diciendo meses y no días, o semanas…. cuando me iba a duchar era como si se tratara de una carrera, corría hasta el baño quitándome la ropa por el camino y me duchaba en menos de 3 minutos, mientras escuchaba al pequeño llorar en la cuna. No te imaginas las cosas que en esos 3 minutos se me pasaban por la cabeza mientras Xavi estaba fuera de mi campo visual. Salía corriendo y sin vestirme me dirigía a pillarlo en brazos y darle pecho para calmarlo…  pobre de mí. 

Esto es solo un ejemplo de cómo sin darme cuenta comencé a dejar de lado mis necesidades.

Algo que me sorprendió mucho es como una madre deja de descansar para dedicarle las 24 horas al pequeño,  y en mi caso ni si quiera estoy hablando de despertarme cada 2 horas, por miedo a que Xavi llorara decidí que lo mejor era que durmiera en mis brazos para que en el momento que necesitara leche la tuviera a disposición… Si, has escuchado bien, en mis brazos, porque después de dedicar meses de búsqueda para la cuna perfecta y comprarla decidí que la cuna era una trampa mortal y mis brazos eran la mejor opción.

Pues imagina que panorama durante casi 6 meses, durmiendo noche tras noche con Xavi en brazos, sin poder moverme por miedo a despertarlo.

Por suerte después de poner en practica un libro que me recomendaron Xavi comenzó a dormir solito en su cuna largo y tendido y esas largas noches quedaron en el pasado.

Con esta experiencia aprendí que aun teniendo las mejores de las intenciones por mi parte y privándome de descansar para que Xavi durmiera cómodo, mi sacrificio no traía nada positivo. Los bebés pueden aprender cualquier patrón de comportamiento rapidísimo.

Sacrificar algo tan vital como el sueño para que tu hijo no experimente un cambio y se frustre unos días es lo peor que puedes hacer. Y el sueño es solo un ejemplo, lo mismo con todos los cambios que los bebés deben experimentar. No podemos ni debemos privarles de la confusión y del aprendizaje. 

Lo que te quiero decir con esta anécdota, es que cuando nos convertimos en mamás nos olvidamos por completo de nosotras. Y esto tiene repercusiones serias.

Durante esos meses yo vivía cansada y en automático y no se tú, pero yo no tenía a nadie cerca que me explicara que hay otra manera de hacer las cosas.

¿Como salí de esa burbuja y comencé a ser Evelyne de nuevo? 

En mi caso el cambio comenzó con el ejercicio pero continuó con otras cosas que me mantenían motivada y activa. El ejercicio me dio la energía que necesitaba para levantarme horas antes que Xavi y ponerme a leer, a planear mis metas, a meditar, a estudiar, a disfrutar del silencio sin estar mentalmente muerta, etc. Aquí puedes leer el articulo sobre el impacto que el deporte ha hecho en mi vida.

Decidí empezar con 45 minutos para mí y mi autoestima comenzó a aumentar junto con mi relación con el mundo. Y no fue fácil al principio me pasaba los 45 minutos preocupada pensando en Xavi. Así que no digo que separarse de los peques al principio sea tarea fácil. 

Gracias a esos cambios disfruto millones de veces más del tiempo con Xavi.

Si por un momento has pensando que eres egoísta por tomarte tu tiempo para leer una revista, o maquillarte, o hacerte un facial, o lo que sea que te hace sentirte bien y te ayude a recargar pilas, piénsalo de nuevo. Porque egoísta es no dar lo mejor de ti a los que te rodean. 

Dicho esto espero que me hagas caso y que lo primero que hagas en terminar de leer este articulo sea pedir ayuda a alguien para que cuide a tu pequeño una horita mientras tu te dedicas a ti, ya sea darte un baño, tirarte en la cama o bailar desnuda en tu cuarto, lo que sea que te libere y te ayude a regresar con tu pequeño estando al 100%. Empieza con un pequeño paso y poco a poco incorpora más cosas que te hagan feliz.

Espero que mi experiencia te haya servido de algo, aunque sea para reírte de mi situación en los primeros meses de mamá, si te gusta que comparta mis experiencias deja un comentario, cuéntame que haces tu para relajarte y recargar pilas y  comparte este articulo con otra mami o futura mama. 

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